En
Nueva York el último miembro de una casta de luchadores contra el mal continúa
su batalla contra los entes del lado oscuro. Es el resumen de una película que se
pierde en una trama inconexa aderezada de innumerables efectos digitales.
Una puesta
en escena sobrecargada, una realización entregada al artificio técnico porque
sí y un guión de medio folio es la propuesta
que mantiene la película de Breck Eisner en la que lo único salvable del global sería un prologo medianamente decente. Las actuaciones son
planas hasta decir basta y en este caso es un hecho curioso de comentar porque cuenta con un reparto
de nivel que está completamente desaprovechado; Vin Diesel es Vin Diesel ,
el gran Michael Caine
simplemente presta su cara y engorda su nomina, Elijah Wood recita sus frases pasando sin pena ni gloria y Rose Leslie parece no tener nada más que aportar que su atractivo
físico.
El
último cazador de brujas adolece de todos los defectos de este tipo de cine. Es
simple, previsible y carente de sentido. Siendo un claro ejemplo del cine como producto comercial sin más. No va a ningún sitio, no transmite nada sencillamente
avanza a trompicones; secuencia cargada
de efectos tras secuencia cargada de efectos. Cabe decir que yo no estoy en absoluto en contra de este tipo de cine de
consumo rápido y vacio, pero el único cometido que se le pide a estas
cintas es que te entretengan el rato que
duren. Cuando no cumplen ni siquiera ese mínimo como es el caso, pues ya no queda nada a
lo que agarrarte. Se apodera de uno la sensación de que habría sido más
productivo pasar el tiempo admirando una pared blanca.
Valoración: [2/10]
★★★★★★★★★★
★★★★★★★★★★
Rubén.
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