sábado, 15 de junio de 2019

¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976)


"Una película en defensa de los niños de todo el mundo."

Así rezaba la leyenda publicitaria del filme. Pocos días de la muerte de Chicho Ibáñez Serrador se cumple el 43° aniversario de uno de sus mejores trabajos, que no tuvo el recibimiento y aceptación que se le podía esperar a una cinta dirigida y escrita por una de las personalidades televisivas más importantes del país en el momento de su estreno, ahora se ha convertido en película de culto para diferentes generaciones.

Indudablemente, Chicho creó una de las propuestas más modernas y arriesgadas de toda la historia del género en España, con una cámara al hombro y luz diurna que contrastaba con propuestas anteriores, dejando clara la idea de venganza hacia los adultos, tema acorde y recurrente en su filmografía. Un relato sobre niños asesinos de Juan José Plans, gestado en soporte radiofónico y papel estilo 'Historias para no dormir', despertó la curiosidad de Ibáñez Serrador y la historia de esa génesis fue parecida a lo que dio origen a 'La residencia', su anterior película.

El cineasta se encargó del guión en solitario, suprimiendo la idea del polen que infectada a los niños por un relato donde la naturaleza tenía mayor presencia, no en vano, 'La semilla del diablo', 'El pueblo de los malditos' o 'Los pájaros' son las grandes influencias de la película. '¿Quién puede matar a un niño?', lejos de inaugurar ninguna etapa, nos recordó el final de una. Atrevida y adelantada a su tiempo, los niños de Chicho siguen dando tanto miedo como cuando visitamos su isla por primera vez.




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