Basada en la magistral From Hell novela gráfica homónima escrita por Alan Moore y dibujada por Eddie Campbell. La base del filme dirigido por los hermanos Hughes se ensambla en la mencionada obra mientras se desarrolla a retazos de la misma, cambiando partes importantes de la trama pero con la esencia que nos narra Moore en su cómic.
Como todos sabemos, Jack El Destripador sigue siendo un total desconocido hoy en día, aún no se puede confirmar su personalidad pero dentro de las cientos de teorías, los guionistas Terry Hayes y Rafael Iglesias se apoyan en la teoría de Moore, en el que el escritor nos muestra una historia muy realista mediante un estudio de documentación francamente admirable, que desglosa la teoría del doctor William Gull, incluyendo en la monumental conspiración a la casa real, la francmasonería y la corrupción policial como punto de partido y resolución de esta imperecedera historia real.
El desarrollo de los asesinatos, la ambientación y la sobriedad de la época están conseguidos, no tanto los personajes de Abberline y Gull, interpretados por Deep y Holm respectivamente, no es que lo hagan mal pero la caracterización que todos nos imaginamos no es la de estos dos actores. Las cinco prostitutas que murieron de manos del destripador no eran tan atractivas como la Mary Kelly que da vida Heather Graham. Se pierde un personaje importante en la trama del cómic como Lees, el vidente de la reina, que aquí está incluido en la personalidad de Abberline, haciendo una fusión bastante extraña incrustada en sesiones de mágico opio. No es la primera mezcla de historias que encajan en la cinta, al final parece que intentan no dejarse nada en el tintero aunque sea metido con calzador y sin ninguna elaboración.
Recomiendo encarecidamente leer la obra de Moore antes de ver esta película, ya que las situaciones de Abberline a la hora de trazar la investigación del caso conectadas con la fragante nueva lucidez del masón asesino, toda la maraña conspiranoica y sobre todo la francmasonería, se explica con total sutileza en la novela gráfica. Las escenas se escalonan con precipitación mientras puede dejarnos con cierta sensación de pérdida, sobre todo el tramo final, que se van sucediendo los hechos con impaciencia.
Es un placer perderse por el Whitechapel de 1888, mientras se bañaban las calles de sangre de mano del folclórico e imperecedero Jack The Ripper, en esta obra de inmersiva ambientación y seductor desarrollo con aires comerciales. Personajes que desentonan y cambios en la personalidad de los mismos con respecto a la obra From Hell de Alan Moore, publicada a principios de los noventa, quedando una adaptación fiel a retazos y compatible con el cómic en el que se basa.
Valoración: [6/10]
★★★★★★★★★★
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Paco Garrido
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