miércoles, 24 de diciembre de 2014

Crítica: 'Gremlins' (Joe Dante, 1984)


En estas fechas tan marcadas, donde la familia se reune para celebrar la festividad de la pascua, entre atracón y atracón siempre suele caer una película para reunir a pequeños y mayores frente a la televisión bajo el cobijo de una fuente de calor, vamos a recomendar un clásico del cine adolescente de los años 80. 

Reza la leyenda: "Los extranjeros los quieren meter en todos lados, en la televisión, en los coches, debajo de su cama, en el mueble de su casa... ¡Los Gremlins están en todas partes!". Si señores, todo el mundo conoce este popular film, lo hayas visto o no, seguro que 'Gremlins' viene a tu cabeza rápidamente en forma de bichejo marrón adorable y/o bichejo verde repulsivo. Las dos formas de Gremlin que Joe Dante (El chip prodigioso, Exploradores, Aullidos...) trajo al mundo, irrumpiendo como una apisonadora en el cine e inexorablemente, en la totalidad de la cultura social. 

Además del acento comercial que contiene la propia película, se explotó al máximo el aspecto comercial de mercado en la época. Cientos de artículos basados en estos bichos orientales fueron sacados al mercado como una marabunta, los Gremlins adornaban las estanterías de cientos de hogares de todo el globo, un pelotazo en toda regla. A pesar de ser una comedia atemporal, suele emitirse en los canales de televisión pública en fechas navideñas gracias a que su marco narrativo gira en torno a esta época del año. 

Rand es un inventor de estupideces de muy cuestionable éxito, que deambulando por un oscuro callejón de Chinatown buscando el regalo perfecto para su hijo, topa con una extraña tienda donde consigue adquirir una rareza de animal llamada mogwai. El misterioso vendedor le menciona tres pequeños aspectos a tener en cuento para su singular cuidado: No le debe dar una luz cegadora ni luz solar, no debe tocar el agua y la más importante, nunca darle de comer pasada la medianoche. Como bien podemos adivinar cuando este insólito espécimen embarca en la casa familiar, todas y cada una de las reglas se incumplirán, descubriendo una entretenidísima aventura donde prima la diversión, las sucesivas dosis de humor y las muchas referencias al mundo del celuloide que esconde esta cinta. 

A lo largo del film, vamos conociendo las diferentes evoluciones de los Gremlins al tocar el agua o al comer después de la medianoche, una transformación cada vez más oscura y macabra que a su vez hará más entretenida esta historia de cara al espectador. Una sucesión de escenas altamente divertidas y bien realizadas, pues lo importante es agradar al público que se encuentra frente a la pantalla y Dante consigue sacarte una sonrisa permanente. 

Desde el principio se van conociendo los personajes, esas figuras tan reconocibles en las comedia americanas de los 80 como el modesto inventor infructuoso, el co-protagonista enamorado de la guapa de turno, la diligente madre, el patriota borrachuzo, la vieja amargada y unos protagonistas de categoría: Los Gremlins

Amos y señores de la cinta, estos personajillos se quedarán en tu mente por derecho propio. Simpáticos, adorables, enérgicos, maquiavélicos... sinónimo de pura diversión. Peores que un tornado en plena ciudad, los diabólicos mogwai arrasarán con todo lo que encuentren a su paso sembrando el pánico dentro de la televisión y las carcajadas en el espectador (la muerte se presupone sin mostrarla explícitamente, recordemos su carácter familiar). Les gusta el cine clásico, pioneros en el cine en 3 dimensiones y en sus respectivas gafas 3D doble lenticular. 

¿Pensabas que 'Avatar' era revolucionario? Estos monstruitos peludos ya vieron 'Blancanieves y los siete enanitos' en este formato casi treinta años antes. Unos efectos especiales más que aceptables contando el paso del tiempo, un guión plagado de escenas cachondas, buena música ochentera y un desarrollo llevadero, no encontrarás aburrimiento en ningún momento dentro del desternillante surrealismo que contiene. 

El tiempo le sigue sentando de maravilla a la popular cinta de Joe Dante, no ha perdido ni un ápice de diversión enfermiza después de cumplir la treintena desde su creación. Puro entretenimiento, adornado de un marco navideño narrativo, plagado de buena música ochentera y escenas francamente graciosas donde prima el espectáculo sobre la calidad. Todo capitaneado por estas flamantes estrellas peludas, los Gremlins se han hecho un hueco más que merecido en la cultura popular y en el corazoncito de todo espectador que tenga la suerte de encontrarse con ellos. Ya sabes, los Gremlins están en todos lados... mira debajo de tu cama, lo mismo te llevas una sorpresa.




Valoración: [7/10]  
★★★★★★




Paco Garrido