En los violentos días del
conflicto en Irlanda del Norte; cuando se producen los atentados más cruentos
del IRA un joven norirlandés (Day Lewis),
escoge un mal momento para unirse a una comuna hippie; ya que es confundido con
el autor de unos atentados en Londres, dando lugar a uno de los mayores errores
judiciales de la historia de la justicia británica.
El logrado guión consigue que este drama vaya calando cada vez más en
el espectador, creando una vorágine de hechos en los que te vas quedando atrapado
de manera irremediable. Las devastadoras
interpretaciones van creando los sentimientos necesarios, para asentar una
historia digna de haber sido inventada por algún maestro de la novela negra.
Sorprende que durante todo el metraje no se pueda quitar uno de la cabeza, que
los hechos que se narran pertenecen a una historia real. La excelente banda sonora y cuidada puesta en escena conforman una
obra que puede ser tildada de convencional, pero que ofrece profundidad,
mensaje y sentimientos encontrados.
Nos encontramos ante un trabajo excelente que te hace
reflexionar sobre la cultura de nuestra sociedad, de querer soluciones inmediatas
ante situaciones de crisis al precio que sea. Así como de la incapacidad de los
gobiernos y al final de las personas, de asumir sus errores y responsabilidades. En
definitiva una gran película de esas que aparte de entretener, tienen algo que contar.
Valoración: [8/10] ★★★★★★★★★★
Rubén.
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