martes, 26 de marzo de 2019

RASHOMON (Akira Kurosawa, 1950)


"Mentir es humano. La mayor parte del tiempo ni siquiera podemos ser sinceros con nosotros mismos."

"El efecto Rashomon" o el auténtico bombazo del cine japonés. Cuando la película se exhibió en el Festival de Venecia de 1951, el público occidental descubrió una cinematografía fascinante procedente de un país que había permanecido hermético a su apertura internacional. En este sentido, Rashomon y su galardón marcaron un antes y un después en la trayectoria cinematográfica nipona. Obtuvo el Oscar a mejor película extranjera.

Hashimoto empezó el guión a partir del relato corto 'En el bosque' de Ryunosuke Akutagawa, que a su vez toma el nombre de su primer relato 'Rashomon' que es el templo derruido donde se enfoca una de las tres perspectivas de la historia. Planteó una manera diferente en el punto de vista, la puesta en escena y la subjetividad. Mediante flash-backs se recrean las historias dentro de esa historia, tres niveles temporales y espaciales, como si de una película policíaca se tratase en el que el espectador es el juez se este proceso.

El filme es una parábola oscura de una época de enfrentamientos, decadencia política y cultural. La cinta tiene lugar en el siglo XII pero Kurosawa plantea un paralelismo con el Japón de los 50. Destaca la magistral fotografía del maestro Miyagawa y la enérgica interpretación de Mifune, de aquí su apodo de "el león" por sus movimientos en la lucha. El detonante de la curiosidad y atracción por el exótico cine oriental desde occidente, RASHOMON es una de las obras maestras del séptimo arte.



























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