Mostrando entradas con la etiqueta Comedia Romántica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Comedia Romántica. Mostrar todas las entradas

viernes, 19 de julio de 2019

CUANDO HARRY ENCONTRÓ A SALLY (When Harry Met Sally) (Rob Reiner, 1989) [30 aniversario]


"Los hombres y las mujeres no pueden ser amigos porque el sexo siempre se interpone entre ellos."

Una música excepcional de jazz mientras aparecen unas letras blancas sobre fondo negro ante de los títulos de crédito. Nueva York y en un Chicago otoñal, un humor que raya la grosería, problemas y enredos amorosos y un sinfín de diálogos ingeniosos. Ya sabemos algo con seguridad, estamos en el universo de Woody Allen, una comedia romántica que rinde homenaje al maestro neoyorquino y ANNIE HALL (1977), actualizando sus temas a la época de estreno retratando con agudeza las relaciones modernas entre mujeres y hombres.

Una película ligera, optimista y encantadora que siempre se puede volver a ver sacando una sonrisa permanente. El director logró crear una pieza notable tan atemporal como su música y al genial guión de Nora Ephron. 'Cuando Harry encontró a Sally...' cuenta cosas que quien más quien menos ha experimentado alguna vez, directa o indirectamente: la euforia de enamorarse, el dolor de la separación y la frustración del resultado. Esta desenfrenada oda romántica es la historia de dos personas opuestas que parecen estar predestinadas.

El humor incisivo y afilado contrasta con la nota romántica adyacente. Un guión ingenioso de doble filo, encuadrado en la más pura tradición de las comedias de los años 30 y 40, lo que permite la mordacidad de los gags aunque tampoco se privan de situaciones tragicómicas. Puede que la trama no sea original, pero destila un instinto especial para chistes y frases ingeniosas. La escena que Sally finge un orgasmo en un restaurante es legendaria, tanto como la repuesta de la comensal de la mesa contigua: "Quiero lo mismo que esa chica", dice Stella Reiner, la madre del director.

Harry y Sally fallan estrepitosamente en el intento de odiarse y al final tienen que rendirse al amor. Juntos nos cautivan y no nos cansamos de que se encuentren y se separen para encontrarse de nuevo.




















martes, 17 de febrero de 2015

Crítica: 'Cincuenta sombras de Grey' (Sam Taylor-Johnson, 2015)


La esperada película basada en las superventas novelas de E.L. James por todas las mujeres del mundo ya está aquí y ofrece justamente lo que esperamos: nada. El colmo de un film pretencioso es parecer un telefilm que emiten en Antena 3 los fines de semana durante la sobremesa. El colmo de un film con temática erótica es acabar siendo una burda comedia barata antierótica y con menos química que el laboratorio de un instituto abandonado. 

La pareja protagonista, con el archiconocido Christian Grey (Charlie Hunnam salió huyendo a tiempo, tipo listo) haciendo un papel lamentable, roza lo insulso durante todo el proceso de incoherencia narrativa que vemos en pantalla. Un tipo triunfador, que lo puede conseguir todo a base de talonario y que esconde un oscuro capricho: ama el sadomasoquismo. Como el típico flechazo de niña petulante, Anastasia Steele cae enamorada del ricachón mimado donde además de un contrato aberrante, le ofrece un coche nuevo, primera ediciones de libros, una mansión y un helicóptero. Alguno pensaba que iban a darle un Oscar...

Los que sean arrastrados a la butaca de un cine a ver semejante esperpento pensarán: "Bien, por lo menos veremos escenas de sexo explícito para pasar el rato tal y como cuentan las chicas que leen la novela". Error. No hay erotismo, todo se resume en dos escenas con juegos sadomaso, mal realizadas y francamente antieróticas. Aún desde la ignorancia de no haber leído ni una página de dicha novela (no hubo ley impositiva de por medio), la calidad brilla por su ausencia en su totalidad. Historias paralelas a la trama principal metidas con calzador, tópicos y más tópicos contemplados en cientos de historias, una narración simplemente soporífera y pretenciosidad por los cuatro costados.

La frase que más he escuchado al encenderse las luces de la sala entre la gente de mi alrededor ha sido: "Menuda decepción". Adormecedor telefilm con aires de grandeza que no consigue enganchar en ningún minuto de los 124 que dura, historia de amor insulsa y una triste realización y dirección hacen de esta esperada adaptación una absoluta mediocridad. Como reza el título, Grey al igual que este film tiene más sombras que luces. Todavía quedan dos para cerrar la trilogía, mi nota deja vislumbrar una hecatombe aún mayor. 



"En primer lugar, yo no hago el amor. Yo follo... duro"



Valoración: [2/10]  
★★★★★




Paco Garrido


Críticas de blogs amigos:

Coleccionista de instantes cinematográficos
Cine de Patio
Constancine
Los guiltys de Pinguirina
Calle Baker
Reboninando VHS
Ocio en pocas palabras