"Los hombres y las mujeres no pueden ser amigos porque el sexo siempre se interpone entre ellos."
Una música excepcional de jazz mientras aparecen unas letras blancas sobre fondo negro ante de los títulos de crédito. Nueva York y en un Chicago otoñal, un humor que raya la grosería, problemas y enredos amorosos y un sinfín de diálogos ingeniosos. Ya sabemos algo con seguridad, estamos en el universo de Woody Allen, una comedia romántica que rinde homenaje al maestro neoyorquino y ANNIE HALL (1977), actualizando sus temas a la época de estreno retratando con agudeza las relaciones modernas entre mujeres y hombres.
Una película ligera, optimista y encantadora que siempre se puede volver a ver sacando una sonrisa permanente. El director logró crear una pieza notable tan atemporal como su música y al genial guión de Nora Ephron. 'Cuando Harry encontró a Sally...' cuenta cosas que quien más quien menos ha experimentado alguna vez, directa o indirectamente: la euforia de enamorarse, el dolor de la separación y la frustración del resultado. Esta desenfrenada oda romántica es la historia de dos personas opuestas que parecen estar predestinadas.
El humor incisivo y afilado contrasta con la nota romántica adyacente. Un guión ingenioso de doble filo, encuadrado en la más pura tradición de las comedias de los años 30 y 40, lo que permite la mordacidad de los gags aunque tampoco se privan de situaciones tragicómicas. Puede que la trama no sea original, pero destila un instinto especial para chistes y frases ingeniosas. La escena que Sally finge un orgasmo en un restaurante es legendaria, tanto como la repuesta de la comensal de la mesa contigua: "Quiero lo mismo que esa chica", dice Stella Reiner, la madre del director.
Una música excepcional de jazz mientras aparecen unas letras blancas sobre fondo negro ante de los títulos de crédito. Nueva York y en un Chicago otoñal, un humor que raya la grosería, problemas y enredos amorosos y un sinfín de diálogos ingeniosos. Ya sabemos algo con seguridad, estamos en el universo de Woody Allen, una comedia romántica que rinde homenaje al maestro neoyorquino y ANNIE HALL (1977), actualizando sus temas a la época de estreno retratando con agudeza las relaciones modernas entre mujeres y hombres.
Una película ligera, optimista y encantadora que siempre se puede volver a ver sacando una sonrisa permanente. El director logró crear una pieza notable tan atemporal como su música y al genial guión de Nora Ephron. 'Cuando Harry encontró a Sally...' cuenta cosas que quien más quien menos ha experimentado alguna vez, directa o indirectamente: la euforia de enamorarse, el dolor de la separación y la frustración del resultado. Esta desenfrenada oda romántica es la historia de dos personas opuestas que parecen estar predestinadas.
El humor incisivo y afilado contrasta con la nota romántica adyacente. Un guión ingenioso de doble filo, encuadrado en la más pura tradición de las comedias de los años 30 y 40, lo que permite la mordacidad de los gags aunque tampoco se privan de situaciones tragicómicas. Puede que la trama no sea original, pero destila un instinto especial para chistes y frases ingeniosas. La escena que Sally finge un orgasmo en un restaurante es legendaria, tanto como la repuesta de la comensal de la mesa contigua: "Quiero lo mismo que esa chica", dice Stella Reiner, la madre del director.
Harry y Sally fallan estrepitosamente en el intento de odiarse y al
final tienen que rendirse al amor. Juntos nos cautivan y no nos cansamos
de que se encuentren y se separen para encontrarse de nuevo.
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