jueves, 13 de junio de 2019

MI PIE IZQUIERDO (My Left Foot) (Jim Sheridan, 1989)


"Ahora, tan inalcanzable como el viento, va más allá que el viento y no hay nada en mi mundo salvo el indicio de salvación en el sueño ámbar."

El famoso pie izquierdo de Christy Brown, irlandés que nació aprisionado en un cuerpo deformado por la parálisis cerebral pero que acabó mereciendo respeto y reconocimiento como artista y escritor, protagoniza los episodios más divertidos y dramáticos de un sorprendente y entretenido filme, pese a tener todos los números para convertirse en un drama sensiblero y depresivo. Recrea la existencia de una modesta y limitada vida católica irlandesa que, por encima de todo, es la historia romántica y conmovedora de un hombre excepcional.

Gracias al debutante en la dirección Sheridan y la coautora del guión Connaughton no se centran en la tragedia o la ira de la vida de un paralítico tratado con condescendencia o humillado a pesar de sus habilidades, sino en un discurso que representa a un hombre a quien la inteligencia aportó muy poco consuelo, pero cuyo humor, lujuria y pasión iluminaron su infierno físico. Este tratamiento lacónico y simple, lejos del exhibicionismo, la hace ser una de las películas más apasionadamente empáticas de todas las que han tratado el tema de la minusvalía.

Mención especial merece la impresionante interpretación de Daniel Day-Lewis, ganador del Óscar que nadie habría podido negarle, consiguiendo transmitir las dificultades físicas de un cuerpo rígido y contrahecho dando credibilidad a ese personaje como hombre, no como héroe. 'Mi pie izquierdo' no pretende glorificar el triunfo de la voluntad, pues Brown bebe demasiado, manipula a su familia, sufre ataques de autocompasión y a veces resulta insoportable, más bien es la amarga historia de la lucha de toda una vida.


























No hay comentarios:

Publicar un comentario