viernes, 1 de agosto de 2014

Review. Soul Calibur. (1999). Sega Dreamcast



Muy buenas jugones! Que tal el fin de semana que comienza? Espero que con ganas de echar unas partidillas en el finde, que no siempre entran ganas de meterte en un juego denso y que tenga una historia demasiado enrevesada. Es por ello el hecho de meter un poco de variedad a esta sección, por lo que, os voy a traer mi videojuego favorito de lucha de todos los tiempos. Esta Saga de lucha se define por ser el primer juego de lucha mínimamente conocido en el que los personajes usan armas para combatir. Hablemos de Soul Calibur.

Soul Calibur es una saga de videojuegos de lucha creada por el equipo de Namco, creadores de otra de las sagas de lucha por excelencia, Tekken. Soul Calibur, como hemos nombrado anteriormente, se desmarca por ser un juego de lucha en el que los personajes combaten a espadazo limpio. Este Soul Calibur es el segundo juego de la saga, y aunque su nombre no sea exactamente el mismo, debemos decir que su antecesor (ya que SC sigue con la historia directamente contada en este) fue un juego salido en Playstation allá por 1995, Soul Blade. En él comenzaba a realizarse una de las mejores sagas de videojuegos de lucha jamás creada.

La compañía Namco originalmente realizó este título para recreativas, en la cual el juego no tuvo tanto impacto mediático como se esperó. Sin embargo, para darle un poco más de vidilla a su nueva consola, decidió realizar un port para ella. Es de destacar el excelente trabajo que realizó el equipo de Namco con la realización de este SC para Dreamcast, ya que se dieron de plazo 6 meses únicamente para crear el susodicho port, además de que su plantilla se redujo de 40 a la mitad del personal, por lo que es de destacar una vez más el gran trabajo que realizó la compañía creando la versión doméstica de este arcade de recreativas. Amén de esto, el juego incluía nuevos modos de juegos y elementos adicionales que no incluía el juego en recreativas, por lo que Namco realizó un más que excelente port para esta consola. De hecho, el juego fue tan reconocido gracias en parte a la excelente versión doméstica que hemos hablado anteriormente.

Igualmente, podemos decir que a nivel de lanzamiento, este SC fue un título que salió en Noviembre de 1999 para la consola en Europa, contando ésta con solo un mes de vida en Europa (en USA el juego vino de salida junto con Sega Dreamcast), por lo que la expectación que creó en el mercado fue enorme. Es de destacar que este fue el juego de la generación de los 128 bits que sinceramente, me dejó anonadado. Nunca en mi vida había presenciado un salto de calidad gráfico tan brutal entre una generación y otra. Incluso si hablamos de Playstation 2, en los primeros años de la consola no existe ningún juego que se asemeje gráficamente en lo visto en este Soul Calibur. Es por esto que le guardo un cariño especial y me gusta traéroslo al blog.



Lo primero que nos llama la atención nada más poner el juego en nuestra querida Dreamcast es la memorable introducción del juego, realizada con el propio motor gráfico y en la que se van sucediendo uno a uno los personajes que aparecen en el juego. Eso sí, me quedo con la intro del eterno Soul Blade realizada con CGI y con esa magnífica música.

La Historia que nos cuenta Soul Calibur continúa con la saga iniciada con Soul Blade, en el que podemos ver que Cervantes, uno de los personajes principales y portador en el Soul Blade de la espada maligna Soul Edge, es derrotado por Sophitia y su Soul Calibur. Posteriormente, Siegfried llegará a la escena de la pelea cuando Sophitia se haya ido junto a Taki. Este se enfrenta a Cervantes poseído por el alma de Soul Edge. Siegfried gana el combate y la Soul Edge se parte en trozos desperdigados por toda Europa. Siegfried se agencia lo que queda de la Soul Edge y 3 años después este es poseído por completo por la espada demoníaca, adoptando el nombre de Nightmare, asolará diversos pueblos en busca de los trozos de la espada desperdigados por toda Europa.

Gráficamente, el juego luce increíblemente bien, incluso para tratarse de un juego de hace 15 años, SC fue el juego en el que más noté el salto gráfico de la generación de los 64, a los 128 bits. Imaginaros el salto gráfico entre su antecesor y él. El modelado de los personajes a mi modo de ver es el mejor de la saga, con unos trajes acordes a la época y que encajan perfectamente con el estilo de juego que se pretende. Sin embargo, lo que más me sorprende es sin duda es la excelente ambientación del juego, con unos escenarios precioso, totalmente en 3D y con unos efectos de luz tremendos (cómo olvidar ese estadio romano, simplemente brutal).

El sistema de juego que nos presenta SC representa la adaptación a los juegos de lucha como actualmente los conocemos hoy día. SC fue innovador en sus estilo, presentando una evolución en el movimiento de los personajes por los escenarios, y pasando de un movimiento únicamente sobre los ejes X e Y a un movimiento completo en las 8 direcciones del escenario, lo que se traduce en un amplitud en la capacidad de movimientos del personaje aumentada por 4. Igualmente debemos destacar el amplio catálogo de movimientos que tenemos por personaje, llegando a ser incluso unos 120 en el caso de alguno de ellos. Manejar el personaje a la perfección os llevará tiempo, y mucho. Lo buena es que SC goza de una dificultad equilibrada, tanto para los jugadores que simplemente quieren echar una partida casual como para los Pro. Mismamente con poco esfuerzo vais a ser capaces de realizar buenos combos de hasta 6 y 7 golpes en vuestras primeras partidas, algo que es de agredecer ya que abre la puerta a todo tipo de jugadores.



Como hemos dicho anteriormente, SC tiene un plantel bastante amplio de luchadores, algunos nuevos como Kilik, Maxi o Xianghua, y otros tomados del original como son Siegfried (mi personaje favorito), Mitsurugi o Taki. Todos ellos con su estilo de lucha genuino y cientos de movimientos diferentes. Igualmente, Namco decidió portar algunos personajes extra que gozarían de movimiento iguales a algunos luchadores, como Seung Mina (que utiliza el palo al igual que Kilik). Personajes carismáticos que hacen que este juego sea más grande de lo que ya es.

Los modos de juego que completan esta versión Dreamcast son muchos y variados. Desde el amplio modo historia con la andanza de cada personaje en este juego, hasta modos como Arcada (para jugar al original), Time Attack, entrenamiento, o el modo museo. Sin embargo, el modo que más ha de llamarnos la atención es el llamado modo misiones, en el que iremos cumpliendo misiones con distintos objetivos y en el que obtendremos dinero con el que podremos comprar bocetos y artes conceptuales, nuevas armas para nuestros personajes, e incluso ropa, para poder personalizalos a nuestro antojo. Algo que hace el juego infinito prácticamente y que es de agradecer que incluyan en la versión. Otros actualmente lo pondrían como un DLC...pero eso es otro tema en el que no vamos a meternos.



Para finalizar hemos de destacar la magistral banda sonora del juego, dirigida por el mismo equipo de Namco, y en el que para mí se convierte en la mejor OST de la Saga. Temas como el “Mitsurugi’s Theme” quedarán en nuestro recuerdo por siempre una vez lo escuchemos. Música épica al 100 %, y si no, escuchadla en el vídeo del final!

No puedo decir que sea objetivo en este análisis, ya que es mi juego de lucha favorito, pero si podemos decir que Soul Calibur sentó las bases de lo que hoy conocemos como los juego de lucha actual. El primero en utilizar las 8 direcciones en el escenario y aplicando una cantidad de movimientos a los personajes nunca vista antes en un videojuego de la época. Desafortunadamente, poco a poco la saga ha ido cayendo en saco roto, con títulos como SC IV y SC V, y aunque se haya devaluado y en parte haya perdido su encanto añejo y mágico, para mi sigue siendo la saga de lucha por excelencia. No tengo ninguna duda de que os va a encantar si no lo habéis probado aún. Solo me queda deciros que cojáis vuestra espada y  poneros a dar mandobles con este excelente título. Espero que mi análisis os haya hecho rememorar momentos inolvidables del pasado, para mí lo han sido.


NOTA [10/10]




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