jueves, 15 de noviembre de 2018

Crítica | MASTER AND COMMANDER: AL OTRO LADO DEL MUNDO (Peter Weir, 2003)


"La disciplina es tan importante como el valor."

Aventuras marítimas en tiempos napoleónicos, lección de liderazgo que debería estudiarse en todas las universidades y un ejercicio cinematográfico de elegancia, rigor histórico, ritmo narrativo y preciosismo visual.

Considerada como un análisis muy cercano de la condición humana, el filme de Weir es un duelo en sí mismo: navíos realizados con mimo, la lucha contra otros y la naturaleza, el propio trayecto vital de los héroes y el choque del capitán Aubrey y el doctor Maturin (Crowe y Bettany en la cima de sus carreras) en el buque de O'Brien, mentalidad militar indomable contra el positivismo científico.

Un canto al espíritu del cine de aventuras, actuando como homenaje a los grandes clásicos del género marítimo, la obra oceánica de Weir ofrece diversión pura y dura a bordo del HMS Surprise. Liderazgo, valor, ciencia y música.



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