Cuando hago críticas intento ser
objetivo en lo máximo posible, pero hay casos en los que las sensaciones que te
imbuye una película superan con todo cualquier atisbo de imparcialidad. Ese es
el caso de "Sin perdón"; una
cinta que consagró al viejo Clint como un director
de los grandes y remarcó lo que es la palabra crepuscular en todos los
sentidos para el western; una despedida
magistral de un género que en el noventa y dos ya no pasaba por su mejor momento.
Argumentalmente se pone al espectador tras la pista de
William Munny (Eastwood) un hombre deshecho, viudo y padre
de familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a sus
hijos, completamente alejado de su anterior vida como pistolero. Ante ese desolador panorama, se le presenta la ocasión de realizar un último trabajo
junto a un viejo compañero (Freeman), esta situación da pie a un viaje de reencuentro con los fantasmas del pasado.
Realmente "Sin perdón" es una fábula de la lucha del hombre contra su propia naturaleza y sus errores, siendo esta lucha interna contra uno mismo la más dura que una persona puede llegar a librar. El guión de David Webb Peoples transmite, no sólo una buena historia, sino sensaciones; nostalgia, pesimismo y un cierto e inevitable romanticismo envuelven toda la trama. Además cuenta con unos diálogos majestuosos de una profundidad apabullante, valga como ejemplo una cita que me parece impresionante: "Es duro matar a un hombre, le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría haber tenido".
Realmente "Sin perdón" es una fábula de la lucha del hombre contra su propia naturaleza y sus errores, siendo esta lucha interna contra uno mismo la más dura que una persona puede llegar a librar. El guión de David Webb Peoples transmite, no sólo una buena historia, sino sensaciones; nostalgia, pesimismo y un cierto e inevitable romanticismo envuelven toda la trama. Además cuenta con unos diálogos majestuosos de una profundidad apabullante, valga como ejemplo una cita que me parece impresionante: "Es duro matar a un hombre, le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría haber tenido".
La fotografía de un Jack N. Green en estado de gracia alterna paisajes abiertos con escenas donde prima la oscuridad, y poco a poco son estas tinieblas las que van ganando la partida, hasta el desenlace que parece filmado en el mismísimo salón de Lucifer.
Unas sobrias y excelentes
interpretaciones acompañan durante todo el metraje. Personajes muy bien
caracterizados por un gran reparto, en una historia en la que hasta el
secundario más insignificante tiene algo que decir; todos tienen su particular
lucha interna, ya sea contra sí mismos o contra las circunstancias. Sin duda,
unos protagonistas inolvidables que perdurarán en la memoria del espectador
mucho tiempo después del visionado. Incluso los personajes que no aparecen
directamente sino que se mencionan como el de Claudia, la fallecida mujer de William
Munny tiene una fuerza especial; al
finalizar la película entiendes como esa mujer pudo amar a un hombre así, y también se hace
comprensible por qué su madre jamás lo entenderá.
Por otra parte, resulta muy gratificante la forma en que esta obra desmitifica el viejo oeste, en el dialogo entre Hackman y el periodista se observa esto
en su máxima expresión; mala puntería, armas que fallan, hombres que se ponen
nerviosos. En definitiva, disparar a un hombre era una tarea difícil, dar en la diana lo era aún más, la frialdad
necesaria para sobrevivir a un tiroteo era cosa de sólo unos pocos, el resto solía fallar estrepitosamente y
pagarlo con su propia vida.
Una obra maestra que es historia del cine. Un Eastwood profundo e
introspectivo, con alma propia, nos dejaba su personal despedida
del género. Para mí, mucho más que una película.
“Ahora voy a salir, si veo a algún cabrón ahí fuera, le mataré, y si a
algún cabrón se le ocurre dispararme, no solo le mataré a él, sino que mataré a
su mujer, a todos sus amigos, y quemaré su maldita casa, ¿Me habéis oído?.
Deberíais enterrar a Ned como dios manda... y como alguno de vosotros vuelva a
maltratar a otra puta, volveré aquí y os mataré a todos, malditos hijos de
perra.” William Munny ( Clint Eastwood)
Valoración: [10/10]
★★★★★★★★★★
★★★★★★★★★★
Rubén.
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