martes, 9 de octubre de 2018

Crítica | VERANO DE CORRUPCIÓN (Bryan Singer, 1998)


Un filme basado en un relato de Stephen King con perspectiva intimista y personal de Bryan Singer, que estuvo obsesionado con el nacionalsocialismo en su juventud. 

También es una película sin rastro de terror. Uno de los aspectos desafortunados a la hora de vender este producto al público en su momento es catalogarla de terror, siendo un thriller de suspense, más cercano al drama y un estudio del comportamiento psicológico del ser humano.

Su título en castellano no tiene nada que ver con la historia, subtitulado así como parte de la obra 'Las cuatro estaciones', publicada en 1982. Un relato que ya se había intentado llevar al cine en varias ocasiones, pero la mala fortuna y los problemas económicos lo impidieron.

VERANO DE CORRUPCIÓN explora un interesante trasfondo del nazismo, otorgando más peso a los personajes que al entorno, profundizando en una historia pausada, cocinada a fuego lento, en el que apunta con dedo acusador la obsesión, perversidad y el mal psicológico de forma directa y concisa. 

Estupendo Ian Mckellen, un actor reputado y experimentado que ofrece una interpretación contenida y dura.




























No hay comentarios:

Publicar un comentario