miércoles, 12 de diciembre de 2018

Crítica | EN EL NOMBRE DEL PADRE (In the Name of the Father) (Jim Sheridan, 1993)


"Lucharé. ¡En el nombre de mi padre, y en el de la verdad!"

Daniel Day-Lewis me parece un actor sencillamente prodigioso, y su retrato enérgico de Gerry Conlon en el filme de Sheridan es magistral. Un actor que se prepara sus papeles a conciencia: mantuvo largas entrevistas con el verdadero Conlon y se encerró varios días en una celda para sentirse físicamente abatido.

El caso de los cuatro de Guildford y la exploración de la relación entre padre e hijo. La ley y el individuo mezcla relaciones paralelas entre ambos, compartiendo celda e inocencia. Es una película-denuncia inteligente, dirigida con pasión y sobriedad. La narrativa está dividida en estas dos partes. Maneja muy bien el ritmo, sirviéndose de la música que lo hace trepidante. Romanticismo, poesía desgarrada, lucha y apegamiento a las raíces, son elementos de la literatura irlandesa que se ven en esta obra.

La película cuenta uno de los episodios más vergonzosos de la justicia británica. La prensa y sociedad se sintieron atacados por un filme que dirigía un irlandés como Jim Sheridan, aunque nunca hubo denuncias al respecto. 1974, Irlanda del Norte e Inglaterra sufrían violentas olas del IRA. Cuatro jóvenes inocentes que estaban en el sitio equivocado sirvieron como cabeza turca para las autoridades mientras los culpables estaban en libertad.

EN EL NOMBRE DEL PADRE es una de las mejores películas de los noventa. Todo raya a un nivel más que notable destacando las magníficas interpretación y el sólido guión de Terry George y el propio Sheridan. Muy emocional.




























No hay comentarios:

Publicar un comentario