sábado, 8 de diciembre de 2018

Crítica | EL PRECIO DEL PODER (Scarface) (Brian De Palma, 1983)


"En este país, primero haces dinero. Cuando tienes dinero, te haces con el poder. Y cuando tienes poder, tienes mujeres.

¿Sabes lo que es el capitalismo? ¡Que te follen!

¡Vamos!, ¡abran paso al malo!, hay un tipo malo entre nosotros."


La lindeces de un inolvidable e histriónico Alfredo Jacob Pacino, el Tony Montana esnifador de montañas de cocaína, lejos de su imagen de Michael Corleone pero diseñando otro mafioso de época. Se narra su ascensión y caída como gángster moderno con un estilo espectacular y estridente. Una gran narración al estilo clásico, catártica y apocalíptica, comprende que el delito y asesinato son la mejor manera de salir del gueto de la inmigración.

De Palma se había comprometido para dirigir FLASHDANCE, pero la dejó por el remake actualizado de SCARFACE (Howard Hawks, 1932) convencido por la solidez del guión de Oliver Stone e insuflándole un estilo sangriento, excesivo, atroz y con un acabado brillante. La quintaesencia del estilo De Palma. Un tratado sobre las frágiles condiciones del poder político, añadiéndole una dimensión que transforma el modelo original de Hawks.

Los críticos definieron EL PRECIO DEL PODER como la primera película épica posmoderna sobre gángsteres. No exenta de polémica, fue recibida con duras críticas, la mayoría por las numerosas escenas de violencia explícita. El cineasta no pierde la oportunidad de destacar la música y la moda de los setenta como contrapunto.

De Palma lleva hasta un melodramático extremo el tema clásico del mundo del delito: obsesión del antihéroe por el control, siempre entre tiburones y viendo enemigos por todas partes. El canto del pájaro enjaulado, la conquista y elevación de un imperio que pronto fracasará por culpa de las drogas, el alcohol y la egolatría. El precio del poder es la paranoia.

Montana destruye todo lo que ama, los poderosos de este mundo ni siquiera necesitan ser corruptos para beneficiarse de la delincuencia organizada. El SCARFACE de De Palma, Stone y Pacino es uno de los filmes más influyentes de los ochenta y de los más controvertidos de la historia. Provocación en la era económicamente neoliberal de Reagan.




























No hay comentarios:

Publicar un comentario