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domingo, 14 de julio de 2019

EYES WIDE SHUT (Stanley Kubrick, 1999) [20º aniversario]


"Es un libro difícil de describir, aunque es un buen libro. Explora la ambivalencia sexual de un matrimonio feliz, e intenta equiparar los sueños eróticos y los deseos incumplidos con la realidad."

El testamento fílmico del maestro Kubrick y una película de culto que con el tiempo se ha convertido en un referente del cine moderno. Como la gran mayoría de sus películas, en el momento de estreno se malinterpretaban por ciertos críticos, como mínimo hasta cierto punto, para al final acabar considerándose obras maestras. EYES WIDE SHUT no es una excepción.

No obstante, su última película antes de fallecer, quizá sea la más infravalorada, basada en la novela 'Relato soñado' de Arthur Schnitzler de 1926. En un principio crítica y público se quedaron descolocados con este erótico tratado ambiguo y complejo sobre la fidelidad, el deseo y los males necesarios de la decepción provocada por el matrimonio y la sociedad. La atracción y afinidad de Kubrick por la obra de Max Ophüls queda patente en este relato, cineasta que ya había trasladado un libro de Schnitzler en 'La ronde' (1950) y guarda cierta similitud en términos de tono, ambientación y temática.

Una historia contemporánea que realmente refleja una época clásica, tanto psicológica como sexualmente, un apasionante viaje psicosexual cargado de suspense y la elegancia técnica característica de Stanley Kubrick. Un notable final para una brillante carrera, no solo de un creador en la cúspide de sus habilidades, sino también uno de los artistas principales del siglo XX.


















martes, 17 de marzo de 2015

Crítica: 'El último tango en París (Ultimo tango a Parigi)' (Bernardo Bertolucci, 1972)


"En París todo el mundo quiere ser un actor, nadie se contenta con ser un espectador". Cita célebre del novelista y poeta Jean Cocteau que parece venir que ni pintada a este film del director italiano Bernardo Bertolucci (Soñadores, Novecento, Antes de la revolución...) donde todos queremos ser el actor, todos queremos ser Marlon Brando (El padrino, Apocalypse Now, Un tranvía llamado deseo...).

Una hombre de mediana edad y una muchacha se encuentran visitando un desolado piso de la capital francesa, la pasión descontrolada e impulsiva se apodera de ellos entre esas deshabitadas paredes. Sin apenas mencionar palabra entre ellos, y sin decir sus nombres, acuerdan encontrarse en su madriguera sexual donde el sexo arrastrara a un espacio oscuro, de fracturación emocional y psíquica... Con nombre de guerra. 

¿Habría sido tan apreciable 'El último tango en París' sin Brando? Su destacable actuación conpagina perfectamente con la visceralidad de la trama y su propio personaje. Sus monólogos obscenos y escatológicos mantienen el poder de la urbanidad en la obra de Bertolucci. Despojando esas emociones de un hombre desesperado, con su bendita locura, palpable su enternecimiento. Junto a su pareja de baile, María Schneider, enmarcados en una fotografía soberbia constituida por Storaro

La suma de grandes ideas hacen este tango parisino una atractiva película, a su vez devenida por la superficialidad de la trama secundaria protagonizada por Schneider y Jean Pierre Leaud en contraste con la relación central. Los encuadres descentrados se multiplican con planos largos inundados de monólogos de Brando, esos reflejos en los espejos y varias raciones de auténtico cine acompañados de estupendas piezas musicales de saxo. 

Iniciando una tendencia en el cine erótico teatral, Bertolucci crea una obra concisa y cautivadora con la premisa de una relación sexual sin preguntas, sin nombres, sin amor pero con una estrella en todos su esplendor: Marlon Brando. Gritos ahogados entre unas paredes solitarias asociados a la lúgubre conciencia de la soledad. La subtrama cuasi amorosa, punto flaco de la obra, queda engullida por la trama principal que va acabando con todas las ilusiones de la pareja rematando la faena con un desenlace detestablemente encantador.




"Si la música es el alimento del amor, ¡qué siga sonando!"


Valoración: [7/10]  
★★★★★★





Paco Garrido

martes, 17 de febrero de 2015

Crítica: 'Cincuenta sombras de Grey' (Sam Taylor-Johnson, 2015)


La esperada película basada en las superventas novelas de E.L. James por todas las mujeres del mundo ya está aquí y ofrece justamente lo que esperamos: nada. El colmo de un film pretencioso es parecer un telefilm que emiten en Antena 3 los fines de semana durante la sobremesa. El colmo de un film con temática erótica es acabar siendo una burda comedia barata antierótica y con menos química que el laboratorio de un instituto abandonado. 

La pareja protagonista, con el archiconocido Christian Grey (Charlie Hunnam salió huyendo a tiempo, tipo listo) haciendo un papel lamentable, roza lo insulso durante todo el proceso de incoherencia narrativa que vemos en pantalla. Un tipo triunfador, que lo puede conseguir todo a base de talonario y que esconde un oscuro capricho: ama el sadomasoquismo. Como el típico flechazo de niña petulante, Anastasia Steele cae enamorada del ricachón mimado donde además de un contrato aberrante, le ofrece un coche nuevo, primera ediciones de libros, una mansión y un helicóptero. Alguno pensaba que iban a darle un Oscar...

Los que sean arrastrados a la butaca de un cine a ver semejante esperpento pensarán: "Bien, por lo menos veremos escenas de sexo explícito para pasar el rato tal y como cuentan las chicas que leen la novela". Error. No hay erotismo, todo se resume en dos escenas con juegos sadomaso, mal realizadas y francamente antieróticas. Aún desde la ignorancia de no haber leído ni una página de dicha novela (no hubo ley impositiva de por medio), la calidad brilla por su ausencia en su totalidad. Historias paralelas a la trama principal metidas con calzador, tópicos y más tópicos contemplados en cientos de historias, una narración simplemente soporífera y pretenciosidad por los cuatro costados.

La frase que más he escuchado al encenderse las luces de la sala entre la gente de mi alrededor ha sido: "Menuda decepción". Adormecedor telefilm con aires de grandeza que no consigue enganchar en ningún minuto de los 124 que dura, historia de amor insulsa y una triste realización y dirección hacen de esta esperada adaptación una absoluta mediocridad. Como reza el título, Grey al igual que este film tiene más sombras que luces. Todavía quedan dos para cerrar la trilogía, mi nota deja vislumbrar una hecatombe aún mayor. 



"En primer lugar, yo no hago el amor. Yo follo... duro"



Valoración: [2/10]  
★★★★★




Paco Garrido


Críticas de blogs amigos:

Coleccionista de instantes cinematográficos
Cine de Patio
Constancine
Los guiltys de Pinguirina
Calle Baker
Reboninando VHS
Ocio en pocas palabras 


miércoles, 7 de mayo de 2014

Crítica: 'Nymphomaniac. Volumen II' (Lars Von Trier, 2013)


'Nymphomaniac. Volumen II' (Lars Von Trier, 2013)




"Soy una ninfómana. Y me amo a mí misma por serlo. Pero por encima de todo, amo a mi vagina y mi sucia, obscena lujuria" Joe (Charlotte Gainsbourg)




La frase que da pie a la cabecera de la crítica es un resumen más que potente para definir lo que vamos a encontrar en la segunda parte de la odisea sexual creada por el provocador director danés Lars Von Trier (Dogville, Los idiotas, Melancolía...). El propio director es el encargado de escribir la historia, puesto que su escritura se realizó tal como una única obra la continuación será justo donde se quedó la primera parte de 'Nymphomaniac. Volumen I', desde el primer segundo seguiremos la tortuosa historia de Joe narrada por ella misma, sin preliminares. Con la inestimable aportación filosófica y artística de Stellan Skarsgård nos adentraremos en la crónica sexual de la protagonista desde una perspectiva más oscura y sádica. Si en la primera parte podíamos vislumbrar un atisbo de amor, Von Trier se encarga de sacar el látigo de nueve colas para destruir todo rastro de sentimentalismo amoroso que podría haber dejado en los primero 120 minutos de metraje.

La sensualidad se entierra bien profundo dejando espacio para la atrocidad, la perversión más oscura de la mente emane ante la desgarradora obscenidad del ser humano. Veremos la lucha de una persona contra su demonio interior desde la perspectiva sexual y sobre todo mental, esa lucha a dos bandas para tratar de convivir contra el mundo que te rodea y la propia sociedad. Un combate que puede destruir a todo ser humano, dejando en el camino todos sus sueños y convicciones donde al final todo continuará siendo malévolo. 

Complicado realizar una sinopsis de esta segunda parte sin desbaratar nada de lo acontecido en el "Volumen I", simplemente comentar que el trasfondo será mucho más maduro y sombrío, para el público que se sintió sensible al verla recomiendo que no continúe con este fecundo relato. Sadomasoquismo, sumisión, ilegalidad, abandono de todo sentimentalismo y tenebrosidad emocional es lo que aportará Von Trier en su parte final. La metáfora existencial volverá a servir de punto clave en el desarrollo de los acontecimientos, reencontrándonos con esa bien explicada idea artística y/o filosófica conjuntada con un guión explícito tanto visual como escrito. Por supuesto, seguirá su cátedra de aspectos culturales de la historia. Desde la música clásica más famosa, hasta un paseo por la literatura y la cultura religiosa.

Como nos tiene acostumbrados este gran director, todo contado sin pelos en la lengua, de la manera más explícita, directa y concisa. Técnicamente rayará a gran nivel, personajes bien descritos y una fotografía sublime. Magnífica interpretación de Charlotte Gainsbourg, musa de Von Trier donde se demuestra la buena conexión entre maestro y alumna, ofreciendo un papel trabajado y penetrante. 

Dentro de su guión habrá líneas polémicas en donde hará replantearse al espectador si está de acuerdo con lo que se está contando, esto no será un paseo por el parque en primavera, los temas que se tocarán en esta película podrían dar a una larga discusión sobre el sexo o sexualidad, y todas sus facetas más fetichistas y macabras. Cuando entran temas tan escabrosos socialmente como la religión, la homosexualidad e incluso la pedofilia, la sumisión y sus valores dentro de la mente humana, puede desembocar en un arma de doble filo a la hora de dictaminar lo que estamos viendo. El final hará permanecer al público frente a los títulos de crédito pensando en lo que ha sucedido, y eso es algo que siempre me pasa con el polémico director danés. El guiño introducido en la historia como homenaje a su película 'Anticristo' (2009) me parece magistral.




La tortuosa vida de Joe llega a su fin dejando una historia arriesgada y contada explícitamente tanto en aspectos visuales como narrativos. Dentro del exhuberante mundo de la sexualidad Von Trier dará un repaso artístico con el trasfondo oscuro de la ninfomanía. Música, arte, literatura... Todos los ámbitos de la cultura general estarán representados mediante metáforas que adaptarán la narración original a ellas de forma lineal. Me parece fascinante el mundo creado por Von trier y su manera tan singular de contar esta extravagante historia, a pesar de sus limitaciones y el mensaje polémico que suele suscitar. Mejor desarrollada la primera parte que la segunda, sobre todo en cuanto a profundidad narrativa decayendo considerablemente. Todo a nivel técnico magistral y unas interpretaciones a tener muy en cuenta, Gainsbourg excelente. Con toda la polémica que llevará a sus espaldas, estamos ante una historia arriesgada con una puesta en escena atrevida y concisa que puede gustar más o menos, pero que no dejará indiferente a nadie.


Valoración: [7/10]
★★★★★



Paco Garrido

viernes, 2 de mayo de 2014

Crítica: 'Nymphomaniac. Volumen I' (Lars Von Trier, 2013)


'Nymphomaniac. Volumen I' (Lars Von Trier, 2013)




"El ingrediente secreto del sexo es el amor"


El polémico y atrevido director danés Lars Von Trier (Dogville, Rompiendo las olas, Melancolía...) vuelve a demostrar el gran talento que atesora en esta epopeya sexual con un claro carácter dramático. El cine de Von Trier nunca está exento de controversia por su atrevimiento a la hora de contar historias y de ser tan específico para plasmar todo lo que corre por su mente en la pantalla. Puede ser odiado por comentarios juiciosos y por opiniones claramente susceptibles para muchas personas... eso es algo que yo no voy a discutir  pero lo que tengo claro es que es un cineasta único, su manera de hacer cine es francamente singular y sus historias enganchan sobremanera. Una vez que te adentras en su implacable telaraña filosófica te costará desviarte de ella, pues sus películas hacen que no pueda pestañear con la sensación permanente de retención visual y sensitiva con lo que nos está mostrando. 

Es un tipo innovador, escribe historias arriesgadas donde sabe que no encontrará la gratitud de muchos pero si el beneplácito de otros, donde me incluyo, ya que su obra dramática sexual me ha parecido abrumadora. Una manera única de crear ese mundo atroz dándole un toque personalísimo, de enlazar metáforas con aspectos cotidianos de la vida y de la cronología que estamos disfrutando en ese momento, y es que un film del director danés nos hará permanecer constantemente pensativos, dándole vueltas a todo lo que entra por nuestra vista.

El guión gira en torno al tema sexual explícito, contado sin pelos en la lengua tanto en escritura como en puesta en escena, pero el trasfondo emocional dramático es lo que da forma al contexto de la tortuosa vida de Joe (Charlotte Gainsbourg). Un desarrollo repleto de referencias al arte, la música, la religión y la literatura. Siempre aprendemos algo nuevo con una película de Lars Von Trier, todo minuciosamente definido sin un resquicio a la improvisación barata, nada que se escape de las manos, si no es el sentido metafórico y filosófico de muchos aspectos existenciales, será una nota de Bach o una mención a la composición numérica de Fibonacci. Una cátedra de información cultural mezclada con el drama más cruel y oscuro solo podría salir de la mente de un maestro.

Nos adentramos en la historia de una ninfómana contada por ella misma, desde la cama de un solterón que la encuentra herida y casi inconsciente en un callejón ofreciéndole cobijo en su casa. Sintiendo curiosidad por conocer como ha llegado esa desdichada mujer a tal situación, ella le ofrece contarle su tortuosa vida desde el principio. Relatos de una vida cruel, llena de conflictos y turbias relaciones donde el sexo es el corazón de toda la crónica. No esperen una película pornográfica, pues sería un insulto a la inteligencia y al buen hacer compararlo con esta obra. Un drama desgarrador y tenebroso donde el alma humana será aporreada en más de una ocasión sintiéndose desnudo frente a la ingenuidad de la mente. Encuadres y planos perfectos, aderazados con una música (tema principal del grupo alemán 'Rämmstein') perfectamente integrada y una calidad técnica magistral.

Todo el guión desprende personalidad sin complejos, a pesar de contener escenas altamente surrealistas, la trama simplemente es fascinante con un desarrollo cargado de dramatismo que escandilará al público y lo hará permanecer sentado en su butaca con sensación de atracción permanente. Encontraremos un desenlace abierto, puesto que la trama tiene continuación en una segunda parte estrenada poco después de esta primera película, donde nos dejará con las ganas de conocer más sobre la vida de Joe y el esperado epílogo.




Una forma directa y sin tapujos de contar una historia arriesgada, de una calidad inmensa y a un nivel técnico magistral. Personajes caracterizados de manera sobresaliente, unas líneas de guión fascinantes (a pesar de cierto aire surrealista en el desarrollo de algunas escenas) y un relato de crueldad es lo que nos espera en esta cinta erótica. Todo mediante una puesta en escena fantástica con sello propio de calidad Von Trier. Fácilmente de anhelar, difícilmente de olvidar. 


Valoración: [8/10]
★★★★★



Paco Garrido